4 agosto, 2011

El centro Niemeyer de Avilés, un sueño hecho realidad

Maite Vázquez
Comparte — FacebookTwitter

“No es la línea recta la que me atrae, dura, inflexible, creada por el hombre. La que me atrae es la curva libre y sensual. La curva que encuentro en las montañas de mi país, en la sinuosidad de sus ríos, en las nubes del cielo y en las olas del mar. De curvas está hecho el universo, el universo curvo de Einstein.” Qué mejor descripción del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer, inaugurado en Avilés en marzo de 2011, que las palabras de su propio creador, con las que, además, refleja su forma personal de entender la arquitectura.

 

Con curvas libres y sensuales, muy cerca de las montañas asturianas, en la apertura de la ría de Avilés, entre las nubes, bajo el cielo y con la lejanía del sonido de las olas, el arquitecto brasileño nos ha brindado una “puerta abierta a la cultura”: “el Niemeyer”, como ya se ha hecho popular en sus pocos meses de existencia.

Esa es su ambiciosa pretensión, ser una puerta abierta a todas las artes y manifestaciones culturales, y dar así cobijo a la música, el cine, el teatro, la danza, las exposiciones, la gastronomía o hasta la misma palabra. Esas son las actividades multidisciplinares que, como el director del Niemeyer, Natalio Grueso, precisa tendrán como denominador común la “excelencia”. Porque sólo así podrá convertirse en un referente en la cultura iberoamericana y un “puente” entre Europa e Iberoamérica. Su imán son esas curvas sobre las que está construido este edificio singular que atrae el talento, el conocimiento y la creatividad. Todo ello permitirá también a Asturias alzarse como un espejo y un polo de referencia para las artes y las letras.

Por todas estas razones el mundo de la cultura está de enhorabuena. El 25 de marzo de 2011 se vistió de gala para dar la bienvenida a un nuevo centro multidisciplinar que albergará actividades relacionadas con la educación, la cultura, la paz y la naturaleza. Situado en plena ría de Avilés, el Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer se erige majestuoso y blanco, ideado por un arquitecto reconocido y galardonado en todos los rincones de la tierra. Este hombre centenario ha querido dejar la huella de su arquitectura con su primera obra en España, después de haber diseñado una ciudad entera como Brasilia. La cultura ya tiene una nueva etapa donde parar, en el Niemeyer.

 

DE LA RECONVERSIÓN AL FUTURO

Si Brasilia supuso la creación de una ciudad futurista, el Niemeyer viene a regalar a los avilesinos su apuesta por el futuro, para competir de tú a tú con los grandes museos del planeta. Avilés perdió fuerzas ante la brutal reconversión industrial y se quedó estancada en la década de los 80 del siglo pasado. Niemeyer le brinda ahora una oportunidad inmejorable de renacer, en gratitud por el premio Príncipe de Asturias. Las expectativas son muy altas, de su programación dependerá convertirse en un nuevo Guggenheim que disfrutar.

Oscar Niemeyer (Río de Janeiro, 1907) ha querido, también, que no sea un edificio más, sino que este centro cultural se convierta su mayor obra realizada en Europa. Para él es tan especial como el Premio de las Artes que recibió de manos del Príncipe Felipe de Borbón en 1989, uno de los galardones del que más orgulloso se ha sentido siempre junto con el Pritzker (el Nobel de arquitectura) que recibió un año antes. Como respuesta a su gratitud, ha donado su proyecto a la Fundación Príncipe de Asturias, su último legado artístico. Como explicó su propio nieto (Oscar Niemeyer Magahläes) el día de la inauguración, se han cumplido los deseos del artista quien le confesó en 2006 que sería “mi mayor proyecto en Europa”. 

Y no es para menos, con un auditorio para más de 1.000 espectadores, las salas del Palacio de Congresos, los edificios circulares sin columnas ni apoyos y las pasarelas que comunican el complejo con las partes más dinámicas de la ciudad... Todo rezuma amplitud y originalidad.

La obra del arquitecto brasileño acerca culturas y pueblos.

El Ayuntamiento de Avilés no ha querido escatimar en espacio y los destrozos de la, en otro tiempo, reconversión industrial quedarán cubiertos para siempre por los 222.000 metros cuadrados en los que se asienta este complejo ubicado junto a la ría de Avilés, en los antiguos terrenos de la extinta Ensidesa, hoy también reconvertida y fusionada (Endesa). 

Atrás queda la polémica política de su emplazamiento. Aunque inicialmente iba a ser un museo de la Fundación Príncipe de Asturias ubicado en Oviedo, el Principado y su presidente, que ha financiado y buscado los recursos públicos y privados para los cerca de 44 millones de euros (inicialmente el presupuesto era de 24 millones) que ha costado su construcción, decidieron hacerlo en Avilés decantándose por este enclave. Aquí era donde existía suficiente terreno público para ubicar el magacomplejo cuyos edificios ocupan 20.000 metros cuadrados. Sobre la margen derecha de la ría de Avilés, su belleza blanca se puede distinguir desde la lejanía junto a la naturaleza que le cobija y acecha, y entre el amarillo secular de los edificios del centro de la ciudad, a 500 metros de la Plaza de España y el Ayuntamiento.

Como ha explicado a esta revista el director del Centro, Natalio Grueso, ha sido una apuesta personal del presidente asturiano, Vicente Álvarez Areces, ya que Avilés necesitaba “un impulso de autoestima y desde mi punto de vista, creo que la elección ha sido de lo más acertada”.

Centro Niemeyer, vista general

Autor: © Manuel Carranza.

ESPACIO PARA TODA LA CULTURA

Finalmente, la decisión fue salomónica, ya que Oviedo seguirá teniendo el protagonismo de albergar los premios Príncipe de Asturias; y Avilés el Centro Cultural Oscar Niemeyer, donde habrá un museo con referencias a los premios y los premiados. De esta forma, Asturias ya tiene su propio “Guggenheim”. Natalio Grueso comparte sus objetivos: “El Centro Niemeyer es una puerta de entrada a lo mejor de la cultura universal. Se trata de un espacio en el que tienen cabida todas las artes y manifestaciones culturales, un lugar integrado en el que el visitante puede disfrutar de la música, del cine, del teatro, exposiciones, la palabra (debates, conferencias...), o la gastronomía”. 

“El Centro Niemeyer es un gran contenedor cultural, una fábrica de producción de contenidos y una piedra angular de un proyecto más ambicioso de transformación económica y territorial”. El director del Centro considera, además, que ya se puede comparar con centros culturales como el Pompidou de París, el Lincoln Center de Nueva York o la Ópera de Sydney. “Son modelos en los que debemos inspirarnos, aunque sus magnitudes multiplican infinitamente nuestros presupuestos y recursos, pero sí compartimos con ellos una característica fundamental: se trata de equipamientos culturales residentes en edificios de extraordinario atractivo, dedicados a mostrar una oferta cultural multidisplinar, y que han contribuido a transformar un espacio urbano que antes estaba degradado”.

Esa es su ambiciosa pretensión, ser una puerta abierta a todas las artes y manifestaciones culturales, y dar así cobijo a la música, el cine, el teatro, la danza, las exposiciones, la gastronomía o hasta la misma palabra.

Con sus puertas ya abiertas, el objetivo es ambicioso: ser un referente en la difusión y creación cultural, cuya trascendencia sea universal. Esa es la óptica cultural; en la económica, ser un centro de crecimiento económico, creador de empleo e impulsor del desarrollo de la sociedad. Grueso tiene claro que va a poner todo su empeño en que este nuevo centro sobresalga por un “nexo común” en todas las actividades que se desarrollen: el de la “excelencia”. Será “el requisito imprescindible, sin entrar a valorar tendencias, ideologías o escuelas. La excelencia es y será el denominador común de nuestra programación. Y por otro lado está claramente el continente. El edificio en sí es el gran activo del que disponemos, y además va a ganar en importancia a medida que pasen los años. La arquitectura de Niemeyer es sencillamente fascinante”. No se puede olvidar que la obra de Niemeyer es tan universal como todo su patrimonio que ya es histórico para la humanidad.

Natalio Grueso confiesa que el éxito del Niemeyer se sostiene sobre tres pilares: “su conexión e implicación con la ciudad, la excelencia en la programación y el trabajo internacional en red. En España no hay precedentes, hay salas de conciertos, grandes museos, pero no un lugar donde todas las artes puedan convivir”.

 

UNA BREVE HISTORIA

La historia y Niemeyer se aliaron en 1989 cuando estando en Sao Paulo, una llamada a las cinco de la madrugada brasileña preguntaba por Oscar Niemeyer, el arquitecto a quien le acababan de conceder el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. En medio del sueño tranquilo, el creador recibió su primera felicitación y ofreció su primer agradecimiento por el inesperado galardón. El premio le puso en relación con el Principado de Asturias, donde tuvo que ir a recogerlo.

En 2006 la Fundación Príncipe de Asturias invitó al arquitecto centenario a la celebración del 25 Aniversario de los premios. En lugar de asistir a los fastos, Oscar Niemeyer les contestó: “Yo soy arquitecto y, por tanto, lo que sé hacer son diseños de edificios, y eso es lo que voy a hacer, diseñar un edificio”. Y así, sobre un papel en blanco, comenzó a trazar curvas para ofrecer el mejor de los regalos posibles, un imán blanco para la cultura.

El Principado de Asturias le tomó la palabra, con la idea de convertirlo en referencia internacional sobre la producción de contenidos culturales. Es su primera y única obra construida en España, pero desde que se puso la primera piedra ha trascendido como plaza abierta a todo el mundo, porque para el arquitecto, es “la obra más importante de todas las que ha realizado en Europa”, a lo que el propio arquitecto añade “y la más querida fuera de Brasil”.

Torre Centro Niemeyer
auditorio Centro Niemeyer
edificio polivalente Centro Niemeyer
Autor: © Manuel Carranza.

LA PRIMERA PIEDRA 

La primera piedra fue colocada en abril de 2008. El primer edificio en construirse fue “La cúpula” ideada para ser el museo. Para erigirlo se utilizó una técnica pionera en edificios culturales en nuestro país, que permite alzar la estructura en menos de una hora. Posteriormente se construyeron los demás edificios, siendo el hormigón su principal elemento. Así fueron apareciendo los edificios restantes, y en marzo de 2011 fue inaugurado, después de tres años de construcción, todo el complejo completo.

Desde que se colocó la primera piedra, el Centro Niemeyer ya comenzó a poner en práctica su filosofía con diferentes actividades culturales de repercusión mundial. Desde 2007 el Centro Niemeyer viene programando actividades culturales en diversas sedes, principalmente en Avilés, pero también ha presentado eventos en Brasilia, Shangai, Cannes, Madrid, Barcelona y Oviedo. Genios del cine, la música, la literatura y la ciencia como Woody Allen, Kevin Spacey, Brad Pitt, Wim Wenders, Carlos Saura, Paulo Coelho, el premio Nobel, Wole Soyinka, Vinton Cerf , Paco de Lucía, Yo-Yo Ma, Joan Manuel Serrat o Fernando Arrabal han estado en Avilés para participar de este sueño de educación, cultura y paz.

Grueso anticipa que “las personas que han pasado por aquí son personalidades indiscutibles de la cultura mundial de nuestro tiempo, y su presencia en el Centro está siempre ligada al desarrollo de actividades culturales de primer nivel, ya sea una producción teatral o cinematográfica. Y seguirán colaborando con nosotros, no han sido actos puntuales.”

Antes de su inauguración, el Centro ha construido una comunidad ilusionada, activa e identificada con la visión y la personalidad de la marca Centro Niemeyer. La Fundación Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer Principado de Asturias, constituida en 2006, está gobernada por un Patronato del que forman parte administraciones públicas, personalidades y representantes de la sociedad civil, organizaciones culturales y empresas.

Para la elección de las exposiciones de cualquiera de las artes que abarca, el Niemeyer cuenta con un Consejo Asesor Internacional que colabora con el equipo gestor en la definición de los objetivos y en la preparación de los contenidos. Este consejo está integrado por personalidades de la máxima relevancia internacional como el cineasta Woody Allen, el científico Stephen Hawking, el escritor Paulo Coelho y el creador de Internet y vicepresidente de Google, Vinton Cerf. La incorporación de estas personas pretende reflejar el nivel de excelencia que buscan todas las actividades que se programen en el centro.

 

UN NUEVO MAPA DE CINCO PIEZAS

La edificación es un complejo con cinco piezas independientes y, a la vez, complementarias. Una plaza abierta al público cuyo destino es albergar todas las actividades culturales y lúdicas. Un auditorio, con aforo para unos 1.000 espectadores, con un escenario dispuesto de tal forma que se abre hacia el mismo auditorio, pero también hacia la plaza y hacia un club para pequeñas actuaciones. La cúpula, un espacio para exposiciones, diáfano, con 4.000 metros cuadrados. La torre, un mirador sobre la ría y la ciudad, de 13 metros de altura donde se localiza el restaurante y coctelería. Y, por último, el edificio polivalente, que alberga el Film Centre, varias salas para reuniones y conferencias, una ludoteca, el gastrobar y la tienda.

El Niemeyer ha nacido en el siglo XXI y, por tanto, cuenta con un destacado componente medioambiental. De hecho, el complejo se ha convertido en una pieza central de un amplio proceso de regeneración urbano que, de momento, ha contribuido a recuperar la fachada marítima de Avilés y a la limpieza de la ría. Además, está previsto prohibir el paso del tráfico pesado por la zona portuaria. Estos cambios favorecerán ganar espacio para otros usos de carácter lúdico o deportivo. De este proyecto nace “La Isla de la Innovación”.

Junto a la regeneración urbanística, la visión del arquitecto se basa en tres pilares: la educación, la cultura y la paz.

Implicados tanto el Gobierno español como el del Principado de Asturias, el objetivo marcado es convertir este complejo cultural en motor para la regeneración económica y urbanística de un área no hace mucho degradada y en pleno proceso de transformación industrial.

Pero junto a la regeneración urbanística, la visión del arquitecto se basa en tres pilares, según él mismo ha explicado: la educación, la cultura y la paz. Por lo que aspira a convertirse en un “imán” que atraiga el talento en torno a un nodo de conocimiento y creatividad donde pueda compartirse todo.

Su labor empieza ahora. Lo primero que se ha conseguido es formar parte de la red de los más prestigiosos centros culturales del panorama internacional. Antes de ponerse su primera piedra, el Centro Niemeyer organizó el primer Foro Mundial de Centros Culturales de Avilés, designado como el G8 de la Cultura, en el que participaron y aspiran a permanecer el Lincoln Center (Nueva York), el Barbican Centre (Londres), la Sydney Opera Hause, el Centro Pompidou (París), la Biblioteca de Alejandría, el Tokio International Forum y el Hong Kong Cultural Center. Con ello, el Niemeyer se garantizaba ser la entrada de la cultura universal, pero también una fábrica de producción de contenidos.

plaza Centro Niemeyer

Autor: © Manuel Carranza.

WOODY ALLEN, EL PRIMER FAN DE NIEMEYER

Una de las actividades permanentes del Centro Niemeyer será su Film Centre, dirigido por Woody Allen, quien propuso la idea al Gobierno del Principado de Asturias tras las diferentes visitas realizadas a la región asturiana. Woody Allen ha mostrado su apoyo al centro avilesino en varias ocasiones, visitando la ciudad e incluyéndola en su primera película rodada en España, Vicky Cristina Barcelona, pero también tocando el clarinete junto a The New Orleans Jazz Band en el concierto inaugural del centro, ante más de 10.000 espectadores.

Este interés y nueva pasión del cineasta ha sobrevolado todas las fronteras culturales hasta conseguir que la Academia de Cine Europeo anunciara en 2008 –tres años antes de su inauguración- su colaboración con el Film Centre del Niemeyer.

También en 2008 se creó una fundación que se encarga de programar las actividades del centro, la Fundación Centro Cultural Internacional Óscar Niemeyer. Su objetivo es afianzarse en el panorama internacional, formando una red de trabajo sólida y consiguiendo una imagen de marca prestigiosa. Dicha fundación está presidida por la Consejera de Cultura del Gobierno del Principado de Asturias, y dirigida por Natalio Grueso.

El Centro cuenta también con un Consejo Asesor Internacional que colabora con el equipo gestor en la definición de los objetivos y en la preparación de contenidos. Actualmente forman parte de este Consejo el cineasta Woody Allen, el científico Stephen Hawking, el premio Nobel de Literatura Paulo Coleho, el creador de Internet y vicepresidente de Google, Vinton Cerf y el actor Brad Pitt. La incorporación de estas personas pretende reflejar el nivel de excelencia que buscarán todas las actividades que se programan en el Centro Niemeyer.

Mientras se iban colocando las piedras, la actividad de la fundación y sus asesores ha sido incansable. Así, se ha iniciado una colaboración con la London School of Economics y con el teatro londinense Old Vic (dirigido en la actualidad por el actor Kevin Spacey), además de estrechar lazos con la Fundación María Cristina Masaveu Peterson y con CaixaForum (de La Caixa).

Y se siguen sumando nuevos apoyos, como el que anunció el poeta, dramaturgo y escritor nigeriano y premio Nobel de Literatura (1986) Wole Soyinka, el 17 de octubre de 2008. También ha comenzado a recibir sus primeros premios como el de Mejor Proyecto Nacional en Barcelona Meeting Point y el galardón al Mejor Proyecto Urbanístico en los Premios al Éxito Empresarial en Asturias.

 

UNA PROGRAMACIÓN YA EN MARCHA

Pero no sólo el cine será el protagonista, también la educación, la música, el teatro, la danza, la gastronomía… porque el Niemeyer quiere acoger los diferentes tipos de manifestaciones artísticas, incluyéndolas en su programación.

Prueba de ello han sido sus diversas programaciones y actividades, algunas de las cuales se realizaron antes incluso de que el centro estuviera terminado como el estreno de El sueño de Casandra de Woody Allen; las futuras coproducciones teatrales con el Old Vic de Londres, la celebración del XX Aniversario de la publicación de El alquimista en el Teatro Palacio Valdés con la presencia de su autor, Paulo Coelho, un estreno que fue retrasmitido a través de Internet; la visita de Fátima Mernissi, Premio Príncipe de Asturias de las Letras; la visita del dramaturgo, poeta y escritor nigeriano Wole Soyinka, Premio Nobel de Literatura; la Conferencia del científico estadounidense, uno de los “padres” de Internet, Vinton Cerf; la reunión de la Academia del Cine Europeo; el concierto de la también Premio Príncipe de Asturias de las Artes, Barbara Hendricks; el encuentro con el actor Omar Sharif; el concierto de Joan Manuel Serrat o la conferencia inaugural del programa de educación y cultura Impacto académico de la ONU, en diciembre de 2010.

Todo ello permitió que cuando ya en 2011 se presentó la programación inaugural, se generara una gran expectación. Prueba de ello fueron las 10.000 invitaciones agotadas para el concierto inaugural de Woody Allen y The New Orleans Jazz Band.

 


Autor imagen destacada: © Manuel Carranza.

Newsletter

Si disfrutas descubriendo la diversidad de perspectivas, miradas y retos, esto te inspirará. Suscríbete a nuestra Newsletter