REVISTA ENARTE #7, Cultura aeronáutica
El correo alado

El correo alado



Por Luis Utrilla Navarro

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Centenario del envío postal aéreo en España. 1920-2020
 

El desarrollo de la aviación comercial y la creciente importancia del transporte y las comunicaciones confluyeron hace justo un siglo para lanzar en España un nuevo servicio que todavía hoy sigue plenamente vigente: el correo aéreo. Tras los correspondientes trámites y regulaciones administrativas, el 1 de abril de 1920 despegó del Aeropuerto de Barcelona la primera correspondencia española con destino a Alicante y Málaga. Se había inaugurado el correo postal aéreo en España.

 

Cuando Felipe V estableció en 1740 el Reglamento General de Postas del Reyno, nunca pensó que las dificultades fueran tales que el correo tardase días e incluso semanas en llegar a los distintos destinos peninsulares. La comunicación con los archipiélagos canario y balear era todavía mucho más precaria, dadas las dificultades de comunicación marítima con las islas.

Un siglo y medio más tarde el problema seguía vigente, a pesar de las mejoras que el transporte ferroviario había aportado.

Es por eso que la autorización que el Gobierno dio en agosto de 1919 a la compañía Lignes Aériennes Latécoère para el establecimiento de la línea Toulouse-Barcelona-Alicante-Málaga-Casablanca, contemplaba el derecho a utilizar la línea aérea para el transporte de correspondencia española, previo acuerdo con la compañía francesa.

Dicha línea se otorgó bajo el recelo gubernamental y del propio Rey Alfonso XIII, que preferían que dichos servicios se prestaran por parte de una empresa española, algo totalmente imposible en aquellos años.

Mucho más entusiastas eran los técnicos de la Dirección General de Correos, especialmente Federico Leal quien, de la mano del ministro de Fomento Emilio Ortuño que previamente había sido director general de Correos, vieron en el transporte aéreo la gran oportunidad que la aviación comercial supondría para nuestro lastrado correo terrestre.

Emilio Ortuño

Emilio Ortuño, director general de Correos y posteriormente ministro de Fomento. Impulsor del Correo Aéreo en nuestro país.

Al impulso del Ministerio de Fomento, el Gabinete de la Gobernación estableció mediante un Real Decreto del 17 de octubre de 1919, el servicio postal aéreo para la correspondencia nacional, cuyo preámbulo no puede ser más explícito.

“Señor: El desarrollo y progreso que la industria aeronáutica ha adquirido al terminarse la Gran Guerra, y las repetidas invitaciones de que España ha sido objeto por alguno de los países en que aquella técnica está más adelantada, parecen indicar que ha llegado el momento, si nuestro país ha de mantener su rango, de incorporar al Correo oficial los transportes aéreos...”.

 

SELLOS Y FRANQUEO AÉREO

Se crearon a la par en esta disposición los sellos y el franqueo del correo aéreo, con objeto de diferenciarlo del resto de los envíos postales terrestres. Con esta base, una nueva disposición del 30 de diciembre autorizó a la Dirección General de Comunicaciones a negociar con la compañía Latécoère el transporte del correo aéreo entre las ciudades de Barcelona, Alicante, Málaga y Tánger.

Finalmente el 20 de enero de 1920 se firmó un compromiso para la concesión del servicio por cuatro años, en el que se reservaban 50 kilos de la capacidad del avión para la correspondencia española. Los tres primeros meses tendrían el carácter de prueba, por lo que la administración española sólo garantizaba el envío de 25 kilos al mes de correspondencia, a 20 pesetas el kilo.

Durante el primer año de servicio, la compañía Latécoère transportó un total de 179 kilos de efectos postales

Los problemas diplomáticos con Francia, derivados de la escala de la línea aérea en Tánger, obligaron a suspender el acuerdo, reduciéndolo al servicio entre Barcelona, Alicante y Málaga, circunstancia que le quitó a la línea aérea gran parte de su interés comercial.

Un nuevo convenio, al que se sumó la aprobación del Reglamento del Servicio Postal Aéreo en febrero de 1920, permitió que el 1 de abril de aquel año la primera correspondencia española despegara del Aeropuerto de Barcelona.

Eran las 8:45 horas de la mañana cuando las sacas de correo se acomodaron a bordo del Breguet XIV, nº 17, matriculado F-ALQA, entregándose en Málaga, tras una escala en Alicante, a las 16 horas de aquel mismo día, algo insólito para la época.

Durante el primer año de servicio, la compañía Latécoère transportó un total de 179 kilos de efectos postales, convirtiéndose esta actividad en el eje central de la línea aérea.

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Bautizo del primer correo aéreo
Anuncio de correo aéreo
Carga de las sacas de correo en uno de los aviones de la compañía Lignes Aériennes Latécoère.
Carga de las sacas de correo en uno de los aviones de la compañía Lignes Aériennes Latécoère.

LA GENERALIZACIÓN DEL SERVICIO

Un año más tarde del inicio del servicio postal, el Gobierno puso en marcha una iniciativa para establecer tres nuevas líneas aéreas aeropostales: entre la Península y las islas Baleares, de Málaga a Melilla y de Sevilla a Larache, que paliasen los problemas de comunicación en estos ámbitos.

Los problemas presupuestarios impidieron que el concurso llegara a su término, y solo la línea Sevilla-Larache pudo ponerse en marcha, debido principalmente a las necesidades de comunicación entre el Gobierno de Madrid y el Ejército desplegado en el Protectorado Marroquí, en estado de conflicto bélico casi permanente.

La adjudicataria del servicio fue la Compañía Española de Transporte Aéreo, CETA, tras un concurso rodeado de una intensa polémica, al ser adjudicado inicialmente a la empresa catalana Talleres Hereter en quiebra técnica, y que mediante un artilugio legal fue traspasado a CETA.

La compañía española constituyó su flota con los De Havilland DH-9C excedentes de la I Guerra Mundial, adaptándolos a los nuevos servicios postales y más tarde al transporte de pasajeros.

En los años cincuenta el correo aéreo alcanzó el medio millón de kilos, distribuido por Iberia en sus líneas regulares. Años más tarde, ya en 1964, fue la compañía AVIACO perteneciente al INI, la que estableció un servicio de correo aéreo nocturno a instancias de la Dirección General de Correos, que cubría la línea Madrid-Sevilla-Málaga, operada primero por aviones Fokker F-27 y posteriormente por los reactores DC-9.

En la actualidad el correo aéreo sigue manteniéndose como una de las piezas claves en el desarrollo socioeconómico

La creación en 1929 de CLASSA, Concesionaria de Líneas Aéreas Subvencionadas, S.A., monopolizó el transporte aéreo en España, siendo asumidos por la nueva entidad todos los servicios de correo aéreo, y posteriormente por su sucesora LAPE, Líneas Aéreas Postales Españolas, ya en 1931.

LAPE llevó el correo aéreo de forma regular hasta Canarias, ideando incluso un singular sistema de entrega de las sacas de correo por paracaídas a las islas de Lanzarote y Fuerteventura, maniobra que nunca se llevó a cabo.

 

LA NORMALIZACIÓN DEL CORREO AÉREO

A lo largo de los años veinte y treinta, el correo aéreo fue generalizándose en Europa mediante el establecimiento de convenios bilaterales entre los diferentes países utilizando como operadores a las compañías estatales: LAPE, Imperial Airways, Air France, Lufthansa, etc.

En España la concesión en 1940 del monopolio del transporte aéreo a la empresa Iberia Líneas Aéreas de España, institucionalizó definitivamente el transporte del correo aéreo en nuestro país.

En los años setenta los envíos postales por vía aérea superaron los 10 millones de kilos, lo que indujo a la administración de Correos a adquirir en 1984 varios aviones CASA C-212 exclusivamente para el servicio postal entre las grandes ciudades españolas. Bajo la denominación de AVIOCAR POSTAL, el 5 de marzo se inauguró el servicio, inicialmente entre las ciudades de Madrid, Barcelona, Sevilla y Málaga.

En la actualidad, y a pesar de la proliferación de las redes sociales y el correo electrónico, el correo aéreo sigue manteniéndose como una de las piezas claves en el desarrollo socioeconómico, y son varias decenas de millones de efectos postales los que surcan los cielos cada día en nuestro país.

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Avión para correo aéreo
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Entrega simbólica en el Aeropuerto de Málaga de la primera saca de correo procedente del Aeropuerto de Barcelona. 1º de abril de 1920.

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